Durante mucho tiempo, se han tratado de identificar las características de un líder mediante el estudio de diferentes personajes históricos de reconocida reputación. Sin embargo, no se han encontrado unos rasgos que, claramente, puedan diferenciar a un líder del que no lo es. De hecho, incluso un líder con éxito en un contexto o situación, podría haber fracasado si el momento hubiese sido diferente.
Con esto quiero decir, que para ser un líder debes tener una serie de capacidades, pero que estas, se desarrollan a través de la experiencia profesional, y para ello debes trabajarlas y entrenarlas.
Si nos centramos en el enfoque empresarial y tratamos de analizar las capacidades o competencias que debería tener un directivo, nos damos cuenta que existen diferentes tipos de liderazgo y, por tanto, diferentes perfiles de dirección.
Algunos presentan un liderazgo más enfocado al desarrollo de la estrategia de la empresa, con el fin de conseguir excelentes resultados económicos. Otros se centran más en las personas que le rodean y son capaces de comunicar y alinear a sus colaboradores con los objetivos de la compañía. También los hay que destacan por su creatividad y su talento para lanzar nuevos proyectos y promover cambios con actitud constante de mejora.
Resumiendo, observamos que el liderazgo va asociado a una serie de competencias o capacidades, y que se puede agrupar en:
- Competencias de negocio. Son aquellas que se centran en optimizar los beneficios de la compañía mediante el conocimiento del mercado, de los clientes, de la competencia, de la estructura del negocio etc. Por ejemplo:
- Capacidad de negociación.
- Gestión de los recursos de la compañía.
- Conocimiento del sector y del mercado.
- Visión de negocio.
- Orientación al cliente y capacidad para detectar necesidades del mismo.
- Red de contactos y relaciones públicas.
- Control de la Organización.
- Conocimiento y elaboración de procedimientos específicos.
- Innovación en la organización.
- Competencias interpersonales. Enfocadas a desarrollar las capacidades de los empleados y colaboradores con el fin de alinearlos con la misión y el objetivo de la compañía, por ejemplo:
- Empatía.
- Capacidad de comunicación.
- Enfoque directivo.
- Capacidad de delegación.
- Desarrollo de colaboradores.
- Liderazgo integrador.
- Motivación de equipos.
- Desarrollo del trabajo en equipo.
- Persuasión (no confundir con intimidación).
- Competencias personales. Son aquellas que, ya sea por estímulos propios o externos, nos ayudan a ganarnos la confianza y la admiración de nuestros colaboradores, por ejemplo:
- Compromiso.
- Pro-actividad.
- Iniciativa.
- Autoestima.
- Tolerancia a la presión.
- Tesón.
- Capacidad de aprendizaje.
- Autocontrol
- Equilibrio emocional
- Integridad.
- Capacidad de decisión.
En definitiva, se puede decir que para ser un directivo con liderazgo debes reunir una serie de competencias, y aunque destaques en unas, no puedes descuidar las otras. Lo óptimo es encontrar un desarrollo aceptable de todas y cada una de ellas, aunque al final acabes destacando en unas cuantas. Espero que trabajes en desarrollar tus capacidades para ser un buen líder, y recuerda, los líderes no nacen sino que se hacen.